El conjunto de Brett Brown no tuvo problemas en lograr su 14ª victoria seguida, una cifra que iguala el récord de la franquicia que data de la campaña 1982-83, la temporada en la que los 76ers celebraron un título por última vez. Seis de esos 14 triunfos, por cierto, han llegado con Joel Embiid en la enfermería.
Sí, no dejamos de repetirlo, los 76ers están de vuelta. Ante Dallas Ben Simmons no llegó al triple-doble, pero con 16 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes nuevamente fue ese jugador que se empeña en disfrazarse de veterano para que olvidemos que no es más que un rookie. Al australiano se unió el eficiente Robert Covington con 15 puntos y 10 rebotes. Ambos resultaron clave en determinados momentos del partido en los que Philadelphia pisó el acelerador para tener el marcador controlado.
Los Mavs, con un pobre 11 de 40 en triples, tuvieron a sus mejores anotadores en Harrison Barnes con 21 puntos y Dennis Smith Jr. con 20. Cuartos por la cola La derrota de Dallas (24-57) combinada con la victoria de Atlanta (24-57) en Boston permite a los tejanos igualar a los Hawks con el tercer peor balance de la temporada, algo que les beneficia de cara a la lotería del Draft.
En cualquier caso los Mavericks no bajarán de la cuarta posición ya que Orlando (24-55) no les puede dar caza. La tercera plaza, en sus manos Con dos partidos por jugar, los 76ers (50-30) dependen de sí mismos para garantizar la tercera plaza de la Conferencia Este. Si ganan los dos compromisos que les restan contra Hawks y Bucks, dará igual lo que haga Cleveland (49-31). En caso de que los 76ers no ganen los dos partidos y Cleveland sí lo haga (a los Cavs les quedan dos partidos ante los Knicks) entonces la tercera posición del Este será para los de Ohio.